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Mostrando entradas de febrero, 2022

NOTAS A PIE DE VIDA (CUENTO INCRUENTO)

    Una tarde de viernes otoñal, en que el cielo se iba llenando de nubes plomizas que eran antesala de un fin de semana lluvioso, augurado mediante procedimientos de última tecnología meses antes de aquellos momentos, doña Catalina de Mendigorrieta leía plácidamente en su sillón orejero el suplemento cultural de un conocido periódico de la ciudad. La fecha del cuadernillo era de varias semanas antes. Debido a una intensa actividad laboral y doméstica, últimamente no había tenido apenas tiempo para poderlo dedicar a la lectura, que era una de sus pasiones junto con el cine y el coleccionismo de viejas acciones de ferrocarril de empresas mineras ya fenecidas. Su marido, corredor de seguros, estaba en una de esas comidas de trabajo que se alargan hasta la extenuación. Sus dos hijos estaban en el cine, cada uno con sus respectivos amigos. Catalina era gran lectora, por lo que, de vez en cuando (menos veces de las que quisiera) leía en aquel suplemento las novedades editoriales par

AL FONDO DE LA NOCHE HAY DRAGONES (Cuento)

             ... Y mi oído era el más agudo de todos. Oía todo lo que puede oírse en la tierra y en el cielo. Muchas cosas oí en el infierno...            Edgar Allan Poe, El corazón delator , 1843.        Las horas caen lentas cuando uno no puede dormir. Son lentos los minutos, hasta los segundos.      A veces me incorporo en mi lecho porque me asfixia la incertidumbre, la angustia. Siento como si el techo bajase lenta e inexorablemente sobre mi pecho agitado, sobre mi cabeza ardiente, sobre mis piernas que no dejan de moverse y de dar vueltas en el lecho donde yago.      Esto me sucede sobre todo los fines de semana en que mi hijo sale con sus amigos. No paro de moverme agitado y de pensar una y otra vez en que le está pasando en ese mismo instante algo terrible. Hay muchos dragones en la noche.      Sé que hago todo lo posible por cuidarlo, por protegerlo: «¿Llevas la mascarilla de repuesto? ¿No vendrás tarde? Cena bien...».      Reconozco que soy muy pesado, p

LA SEÑO (Cuento)

       La renuncia de la seño Natalia podría referirse de muchas maneras:      Podríamos contar primero el origen de su vocación de profesora de Inglés: las entrañables clases de su maestra Carmen cuando ella era una niña; el gusto que sentía de pequeña por el olor de los lápices, de los libros de texto y de los cuadernos nuevos cada comienzo de curso; su insaciable curiosidad al estudiar las partes de la flor, los reinos de taifas de Al-Ándalus, los prefijos de origen griego...      Podríamos hablar de su afición por leer libros de todo tipo en inglés o en español, por escribir o tocar el violín, del placer que sentía por dar clase a pesar de la epidemia de mala educación reinante...      Podríamos narrar su historia personal de superación: el hecho de haber enviudado tan joven con dos niños pequeños; el llanto permanente por el vívido recuerdo de su marido, aquella criatura de luz que la había enamorado desde los primeros instantes de su historia de amor; la muerte de su padre; la de