Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2015

DE LOS CAMAREROS DE SEVILLA

    Uno de los defectos de la nación española, según el sentir de los demás europeos, es el orgullo.     José Cadalso: Carta XXXVIII de las Cartas Marruecas (1789). Al maestro de periodistas Antonio Burgos     Hace poco mi mujer, mi hija y yo salimos un viernes a dar un paseo por el centro de Sevilla y entramos en un bar. El sitio era pequeño, con pocas mesas. ¿Saben Vds. lo que siente un hombre invisible? Pues así nos sentimos en aquellos instantes porque la camarera, que parecía la dueña, pasó olímpicamente de nosotros. Es más, el colmo fue observar que se estaba dedicando a probar una rica cerveza desde detrás de la barra. Decidimos irnos y, cuando estábamos en la puerta, se acercó a preguntar. A buenas horas mangas verdes.     Pero no acabó ahí la cosa. Entramos en un bar que estaba al lado y, después de estar unos diez minutos esperando, el camarero, que apenas tenía tarea, va y nos dice que nos tiene que atender p

LA BRASA VIVA DEL MIÉRCOLES DE CENIZA

--> Mi corazón espera también, hacia la luz y hacia la vida, otro milagro de la primavera. Antonio Machado: final del poema “ A un olmo seco”, de Campos de Castilla (1907-1917).     En los primeros trinos de unos pájaros en el amanecer de hace unos días; en la luz que avanza conquistando las oscuridades de amaneceres y atardeceres; en la visión de la primera cigüeña; en el lento retroceso de las últimas toses; en el aumento imperceptible de la temperatura; en el abandono de la ropa más gruesa en el más profundo rincón del armario; en el encaje de los cuerpos, habituados al frío a su pesar durante tanto tiempo; en las hojas que el calendario va dejando caer en busca de la Resurrección; en las miradas, que dejan de enfocar al fondo de uno y de pronto encuentran al otro con su belleza; en el movimiento de las iglesias con sus hermandades; en las calles, más animadas y sonorosas que en los gélidos meses invernales; en las visitas cada vez más

MÓVILES EN UN RESTAURANTE NEOYORQUINO (CASO VERÍDICO)

    Querido lector:     Un famoso restaurante que lleva abierto muchos años en Nueva York y de cuyo nombre no quiero acordarme, al cual acuden tanto nativos como turistas, decidió hace un año contratar a una empresa para intentar descubrir por qué estaba teniendo malas críticas últimamente.    Aunque en aquel local sirven más o menos siempre al mismo número de comensales, las quejas por la calidad del servicio habían aumentado, a pesar de que los dueños habían contratado a más camareros y de que habían reducido el número de platos de la carta.     Las quejas más usuales en las páginas de crítica gastronómica de la ciudad tanto de éste como de otros restaurantes de la zona se referían a que el servicio era lento y al hecho de que el cliente tenía a veces que esperar mucho en la calle para poder conseguir mesa.     La empresa contratada por el restaurante inicialmente hizo alusión a la necesidad de más formación por parte de los camareros y al hecho de qu

LA NECESIDAD DE TOCAR(NOS)

    Querido lector:     Quiero compartir con Vd. una anécdota personal y una reflexión: LA ANÉCDOTA PERSONAL:     Venía yo deseando desde hace tiempo tener en casa un espacio de trabajo manual en el que poder dar salida a mi afición por el bricolaje.     Porque ¿me puede Vd. decir, con lo pequeños que son los pisos de hoy en día, dónde puede uno tener un banco de trabajo en condiciones y sus herramientas ordenadas como Dios manda para poder cortar, limar, apuntillar, atornillar... todo tipo de objetos?     Me dirá Vd. que ésa es una pasión muy masculina. Es cierto que a muchos hombres nos gusta (nos encanta, diría yo) transformar los objetos de nuestro mundo con el esfuerzo de nuestras manos.     Y, por supuesto, es ésta una pasión que se hereda. Yo en mi caso la he heredado de mi abuelo Manuel, que fue mecánico de locomotoras en las viejas cocheras de Riotinto, y de mi padre, maestro en tener ordenada toda la ferreterí