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Mostrando entradas de abril, 2020

EL PUEBLO EN ARMAS (UN DRAMA HISTÓRICO ESCRITO POR MÍ CON QUINCE AÑOS)

En la primavera de 1986 tenía yo casi quince años y cursaba el primer curso del instituto (1º de BUP). La profesora de Historia, Carmen, le propuso a mi clase al final del segundo trimestre dos opciones: o estudiábamos el tema de la Revolución francesa para un examen o montábamos una representación teatral sobre ella. La clase se decidió por hacer teatro, encomendándome a mí, ya que todos mis compañeros conocían mi gusto por la escritura, la tarea de escribir el texto. En las vacaciones de Semana Santa me empapé en la enciclopedia Labor de la historia de aquella revolución y al volver al instituto le presenté el drama histórico a la profesora. A final de curso representamos la obra para todo el instituto. Yo pensaba que mi tarea en aquella función había concluido con la escritura del texto, pero resultó que el alumno que iba a hacer de Robespierre enfermó y, a mi pesar, tuve que reemplazarlo. El libreto manuscrito de esa obra, titulada El pueblo en armas , me ha

EL RARO LECTOR BÉTICO

    ¡Oh maravilla, Sevilla sin sevillanos, la gran Sevilla!... Antonio Machado: Cancionero apócrifo . A todas las almas en soledad         ERA un raro. La señal más evidente de su rareza, aunque él intentaba esconderla bajo una falsa sonrisa que le daba a su rostro un aspecto cómico, era que odiaba a la gente. Sí, después de haberle dado vueltas una y otra vez a los pensamientos en la centrifugadora de su mente, había llegado con los años a aquella terrible conclusión.         Odiaba a los demás hasta límites psicóticos, pero en abstracto y casi sin proponérselo. La gente era para una persona como él (un recluido y solitario que vivía desde hacía años del teletrabajo) un conjunto de proyecciones del mal, imágenes virtuales de daño y malicia que se empeñaban una y otra vez en molestar su soledad voluntaria.         Su imperturbabilidad era otra de sus rarezas. Fruto de   su soledad era su incapacidad de padecer o sentir, agudizada por una fuerte med

EL FIN DE ESTA BITÁCORA

© Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid.  Caspar David Friedrich:  Mañana de Pascua (hacia 1828-1835)         Domingo de Resurrección .                 A todos los que han sufrido, sufren y sufrirán esta pandemia, en la esperanza de que logren finalmente la sanación definitiva, y a todos los fallecidos, con mi deseo de que encuentren la paz eterna. Queridos lectores: Dejo hoy de escribir esta Bitácora de un confinamiento , la cual durante veinticinco días ha llenado mis mañanas y calmado mis ansias. Dejo de escribir por varios motivos. El primero y principal es que debo al fin dedicarme, tras muchas vacilaciones sobre cómo hacerlo, a ir recogiendo y guiando a mis alumnos en este incierto tercer y último trimestre del curso. En segundo lugar, creo que la escritura en el blog de estas reflexiones ya ha cumplido el objetivo que la escritura siempre logra en mí: en este caso, centrarme, racionalizar la nueva situación, ver el camino que debo

MANUAL PARA VIAJEROS TRAS LA CRISIS

    Sábado Santo . A mi madre, que siempre  me lee, y a mi padre, para que me lea         El pasado verano hicimos un viaje con unos amigos a Berlín. Contratamos un tour con una agencia para visitar los restos del campo de concentración nazi de Sachsenhausen.         De entre todas las imágenes que guardé en el archivo de la memoria ese día, una de las más horribles fue la de un matrimonio que, con un palo de selfi, se fotografiaba sonriendo delante de los restos de una alambrada y un viejo cartel de advertencia. Justo antes de entrar en aquel lugar de penosa memoria, la guía, una murciana residente en Berlín con la que pegamos luego la hebra, nos había advertido de que, por respeto a las miles de víctimas que murieron allí, no era de recibo el hacerse selfis como si estuviéramos en cualquier campo de atracciones. Por desgracia, muchas personas no son capaces de ver la diferencia entre estar en un sitio o en otro. El hecho de que los viajes se hayan abar

VECINOS EN LOS BALCONES

Tras la Madrugada , el Viernes Santo . A Irene, María Luisa y Rafa, con quienes cada tarde aplaudimos a los sanitarios Si hay un tema por excelencia en la literatura contemporánea es el del azar. Es, por ejemplo, el tema de muchísimos microrrelatos actuales y el de las narraciones de Paul Auster. El azar condiciona nuestros pasos por la vida, en uno u otro sentido. De sus caprichos (el autobús que cogimos o no pudimos coger, la butaca en el cine al lado de un roncador o de una bella damisela, el vecino de bloque que es batería de grupo de rocanrol o meditador...) depende en gran medida nuestra estabilidad emocional en momentos concretos de nuestro pasar por los días. Sin embargo, estos días sin huella, sin forma, el azar parece haberse diluido junto con el tiempo, pues queda reducido a pequeñas colisiones sin importancia en los pasillos o las estancias con gente sobradamente conocida. Es difícil para un novelista poder hablar de encuentros fortuitos en s

LAS BIBLIOTECAS VACÍAS

Jueves Santo . A mis compañeros bibliotecarios Loli, Domingo, Alberto y Paco De entre todos los espacios que han quedado sin gente y en silencio a causa de la confinación obligatoria, quizás no los haya más vacíos que las bibliotecas públicas. Esos espacios en que la lectura es un bien al alcance de cualquiera, en que los pasillos están llenos de páginas entintadas con millones de palabras esperando los ojos que quieran leerlas, son hoy la viva imagen de la pérdida cultural que supone ya esta crisis. He sido desde pequeño y sigo siendo usuario, con mayor o menor asiduidad (según rachas) de las bibliotecas públicas. En algunas de ellas he encontrado verdaderas joyas que me han conmovido, he estudiado exámenes de la carrera, he preparado oposiciones, he corregido exámenes, he presentado libros míos... Tengo muy buenos recuerdos de la biblioteca de Utrera, de la biblioteca Infanta Elena de Sevilla y su precioso ambiente zen, del Centro Cultural Biblioteca de Mon