Sueño delicioso del autor
Dos hombres toman café en la barra de un bar. Su aspecto y su indumentaria parecen revelar que se trata de dos ilustrados. En la puerta, unos pocos jornaleros esperan en vano que el manijero los contrate. Llueve tras los grandes ventanales.
-Hoy tampoco hay trabajo en los campos embarrados.
-No, las naranjas tendrán que esperar.
-¿Viste anoche en televisión el programa de música clásica?
-No, estuve viendo un documental interesantísimo acerca de los rosarios de la aurora en la región de Murcia.
-Pues te perdiste un bolero de Ravel magistral. Y hoy emiten la repetición del programa del que te hablé ayer, la historia de la progresiva desaparición de la cultura del subsidio y de la queja.
-Interesantísima historia, lo tengo que ver sin falta. Bueno, te dejo que tengo que ensayar para el concierto de esta tarde y enviar dos correos electrónicos antes de ponerme a trabajar en mi novela.
-Te acompaño hasta tu casa. Yo también tengo que irme. Hoy debo realizar bastantes análisis para completar un capítulo de mi tesis doctoral.
-Adiós, Juan.
-Con Dios, Juan.
Juan no los ha oído marcharse. El camarero sale de la cocina, espera un rato a que se disuelva el grupo de jornaleros y secretamente enciende “el tele” oculto para disfrutar de sus oscuras, trasnochadas e irracionales pasiones onanistas.
¡Qué bonito es soñar!..........................................................................................................
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