Ir al contenido principal

♣ El poder es otro tema apasionante, base de muchos dramas de Shakespeare. El poder, o el deseo de poder en el mundo material tiene su correlato en el otro mundo. La sociedad del cementerio es clasista, aunque la muerte tenga un halo democrático que nos iguala a todos. Los panteones son los palacios de los muertos, algunos verdaderas obras de arte (pensemos en el Taj-Mahal o en las pirámides de Egipto). La verdad es que vemos como obras de arte a los panteones y cementerios (visiten, si no me creen, el parisino de Montparnasse). Cuando pagamos o traspasamos sin más la entrada no nos planteamos si estamos disgustando a los señores allí enterrados.

♣ La lectura, como la escritura, es un proceso de interpretación personal y, por tanto, falsamente objetivo, de unos contenidos. A veces las lecturas son doblemente falsas: esto sucede cuando se lee un texto no directamente, sino a través de referencias indirectas (reseñas, críticas, opiniones de familiares o amigos...). La lectura indirecta, a pesar de su doble engaño, influye también en nuestra visión del mundo, aunque a veces no se corresponda con la que transmite la lectura directa.

Sirven también a los autores las lecturas indirectas para aprovechar esas visiones personales de una obra ajena jamás leída en la fase de construcción de sus propias novelas.

Cada lector podría también construir una Historia personal de los libros nunca leídos y hablar de cómo les influyó su no-lectura, es decir, de lo que piensan que podrían contener sus páginas. Mi lista la encabezaría Ramón Gómez de la Serna, excelente escritor no leído –hasta ahora- por mí, con El novelista (el protagonista es un autor que busca argumentos para su obra) y Los muertos y las muertas (con un título políticamente correcto avant la lettre). Se incluyen también en mi lista las obras de Rafael Cansinos-Asséns (creo haber descubierto finalmente que se escribe así su nombre).

Comentarios

Alejandro Muñoz ha dicho que…
Magnífica la idea de la Historia personal de los libros nunca leídos.

Pues su tú no sabías escribir el nombre de Cansinos-Asséns, imagínate yo el día que me tocó incluirlo en el acta de la tertulia.

Acabo de consultarla, lo escribí como Cansino Assens, pero en mi descargo aclaro que esa noche no llevaba cuaderno de notas.
Querido Alejandro:
Es inútil: sólo Dios conoce nuestros nombres. Un abrazo mercurial de
José Manuel Gómez.

Entradas populares de este blog

EL CALLEJÓN SIN SALIDA DE LA EDUCACIÓN

A mi compañero y amigo Paul Pongitore Soy profesor de enseñanza secundaria desde el año 1998. Empecé entonces como interino y dos años después me convertí en funcionario de carrera docente. He paseado mis libros por bastantes institutos de Andalucía. Creo que estos son avales de cierta experiencia en el terreno educativo para poder hablar de él. Como muchos de mis compañeros, he ido observando el paulatino deterioro de las condiciones de trabajo de los profesores en los centros educativos. Podría hablar largo y tendido de las exigencias cada vez más estresantes de una legislación educativa de lenguaje críptico fruto del buenismo más adocenado (cuyo último invento es el asunto de los criterios de evaluación); de la actitud de rechazo de parte de la sociedad a la labor y la autoridad de los profesores; quizás también podría hablar por extenso de nuestro intenso y pírrico esfuerzo, tan poco valorado por parte de la sociedad, que insiste en criticarnos por nuestras largas vacacion

FOTOGRAFÍAS ANTIGUAS DE LA SEMANA SANTA DE SEVILLA

    DENEGACIÓN Y AUSENCIA DE LA HISTORIA   La Semana Santa no había existido nunca. Es cierto que se celebró otros años. Pero auténtica existencia no tiene hasta este Domingo de Ramos. Las otras Semanas Santas pertenecen a la Historia, es decir, al recuerdo. Y toda memoria se va, desaparece con su cauda de tiempos y acontecimientos, ante el hecho sencillo de salir los nazarenos a la calle. La Semana Santa surge en resurrección de milagro, que olvidan referencias y avatares. Por eso la Semana Santa es incapaz de filosofía e historia. En estos días no se razona. Se siente nada más. Se vive y no se recuerda. La Semana Santa no ha existido hasta ahora mismo. Queda lejana toda cuestión previa. Inútil buscarle raíces teológicas o tubérculos históricos. Nace la Semana Santa en sí, para sí y por sí. Es autóctona, autónoma y automática. Nace y crece como una planta. Dura siete días y en este tiempo germina, levanta el tallo, florece, fructifica y grana. Acaba finalmente cuando el

¿POR QUÉ NO SE CALLAN LOS ALUMNOS DE HOY?

       Querido lector:     Cuando me preguntan algunos amigos por mi agotador trabajo de profesor, siempre terminamos hablando del mismo asunto: de la cháchara interminable de muchos alumnos que sucede una y otra vez mientras el profesor está explicando.     En mi época de estudiante esto no sucedía porque simplemente te buscabas un problema si osabas interrumpir al profesor con tu charla. Entonces funcionaba aún la fórmula del jarabe de palo, por lo que los alumnos -temerosos del regletazo - nos esforzábamos en portarnos bien, estudiar y hacer las tareas.     Era aquél un sistema en el que la autoridad del maestro o del profesor era incontestable y en el que la sociedad entera podía aplicar sobre ti la autoridad. Incluso cualquier señor desconocido podía tirarte de las patillas en plena calle si veía que estabas haciendo el gamberro.     Si tus padres se enteraban encima de que habías fallado en el colegio o en la calle, caía sobr