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Cervantes, Shakespeare y los calendarios



Es sabido que hay muchas dudas acerca de las fechas exactas en que murieron dos genios de la literatura en español y en inglés: Miguel de Cervantes (1547-1616) y William Shakespeare (1564-1616).
Parece ser, aunque es dudoso, que ambos fallecieron el 23 de abril de 1616, el español en Madrid (en una casa en la esquina de las calles Francos y de León) y el inglés en su pueblo natal de Stratford-upon-Avon, donde parece ser que había nacido también un 23 de abril, el de 1564. Esta es la explicación de que en ese día del año se celebre desde 1995 el Día Mundial del Libro.
En cualquier caso, pudieron haber muerto en la misma fecha, pero no el mismo día, debido a que en Inglaterra hasta 1752 no fue adoptado el calendario gregoriano, vigente en España desde 1582.
El calendario juliano (reforma de Julio César de uno anterior y vigente desde el año 45 antes de Cristo) había sido remozado por el papa Gregorio XIII (de ahí lo de calendario gregoriano). Esta reforma pretendía eliminar el error de diez días que había acumulado el calendario juliano con respecto al año trópico (un error de un día por cada 128 años). Entre otras reformas, en 1582 el día siguiente al jueves 4 de octubre fue el viernes 15 de octubre, con lo que diez días desaparecieron de un plumazo; esto sucedió solo en los países que obedecieron la bula papal, todos los católicos (España lógicamente entre ellos) y algunos protestantes.
Así pues, ambos escritores pudieron haber muerto en la misma fecha del 23 de abril, pero no el mismo día: Cervantes probablemente murió un sábado y Shakespeare un martes. El escritor inglés murió, según el calendario juliano de Inglaterra, el 23 de abril de 1616, es decir, el 3 de mayo de ese año según el calendario que regía en España. Por tanto, el divino William murió probablemente diez días después que el autor de El Quijote.
Así pues, diez días de diferencia separaron el deceso de dos grandes genios de la literatura universal (precisamente, los diez días que separaban entonces un calendario de otro). Vale.

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Bibliografía y páginas en Internet:
-David Ewing Duncan: El calendario. Editorial Emecé, Barcelona, 1999.



Comentarios

En la bibliografía te falta esto. Un abrazo.
Alonso CM ha dicho que…
Simpre he pensado que los filólogos eran gentes de malvivir, pero que resultaban necesarios para bien vivir.
Un abrazo

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