¿Por qué ese empeño de los responsables de las estaciones de trenes en que los viajeros nos enteremos de lo que dicen por megafonía antediluviana?
El día en que comprendamos la información, gracias a la mejora de los altavoces, los trenes podrán llevarnos por fin al ansiado progreso.
Sin embargo, ese día se habrá perdido el romántico riesgo de tomar el tren que no era.
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