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¿HACE SONIDO UN BALÓN QUE BOTA A PUERTA CERRADA?



 
                                   A mi querido amigo Eduardo

Hace unos días, un querido amigo mío que se dedica en sus ratos libres a ser árbitro de mesa de partidos de baloncesto, sabedor de que he presenciado alguna vez partidos de baloncestistas en silla de ruedas y me ha emocionado el tesón y el denuedo con el que estos competían, me mandó un calendario de partidos que iban a desarrollarse cerca de mi casa por si yo estaba interesado en presenciarlos.

Al día siguiente me mandó un mensaje en el que se disculpaba por tener que comunicarme que desgraciadamente iban a desarrollarse a puerta cerrada.

Nada más que eso, un simple mensaje entre los miles que recibimos cada mes. Pero esta vez me paré. Me paré literalmente, dejé de caminar para leer bien sus palabras y pensé que aquella era la noticia que más me había marcado de toda la semana, aunque no sabría decir por qué.

Quizás porque hace tiempo que no dedico un rato a sentarme a escribir mis ideas (y debería hacerlo más); quizás porque estoy muy atareado últimamente con mi trabajo de profesor, tan distinto del que conocí hace veintidós años; quizás porque no termino de procesar del todo este año tan extraño y tan fúnebre que estamos ya acabando por fin; quizás porque, en el fondo, no terminamos de asumir del todo tanta prohibición de derechos que hasta hace poco eran fundamentales, a pesar de la comprensible urgencia de la situación sanitaria; quizás porque llueve y hace frío, y el invierno se aproxima a nuestras almas; quizás por todo eso conjuntamente y quizás por nada. Solo eso. Me paré.

Los escolásticos medievales discutían a veces sobre si hace algún sonido un árbol que cae en el bosque si nadie está cerca para oírlo.

No sé, el caso es que, aunque no pueda presenciar esos partidos tan cerca de mi casa, aunque ustedes no puedan verlos nunca en televisión, me consolará saber que alguien, con solo una pierna o ninguna, sudando la camiseta de su equipo en silla de ruedas, persigue, tirándose al suelo si es preciso, un balón de baloncesto o a Dios, que para el caso es lo mismo.

Feliz puente a todos, queridos amigos.

 

        

Comentarios

Jesús Cotta Lobato ha dicho que…
Gracias a ti, José Manuel, me han llegado al oído, potentes y luminosos, los balonazos de ese gran equipo que nos salva. Feliz puente también para ti.

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