En el caravasar, una lejana noche de hace siglos, unos mercaderes devoran la escasa comida. El desierto aúlla con lastimero quejido. Al fondo de la escena, beben con ansia los camellos.
De pronto, un recién llegado se coloca en medio del círculo de viajeros. Habla una lengua extraña pero reconocible. Cuenta una historia, la de un hombre que, en la soledad de un extraño aposento, escribe en una máquina unas palabras: "En el caravasar, una lejana noche de hace siglos..."
A lo lejos, el desierto aúlla con suspiros eternos. Confortan a todos, del polvo y del camino, bellas palabras hechas de viento.
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