Fotografía que me ha sido amablemente cedida por Heraclio R. Oliver, fotógrafo sevillano especializado en Arquitectura y obras de Arte. Hay imágenes que lo dicen todo y no necesitan comento porque todo está en su ser compendiado. Ésta es una de ellas. Podría escribir acerca de esta fotografía comparándola con famosos cuadros o describiendo la técnica artística y la tecnología que la han hecho posible. Pero no: hoy no quiero hablar de nada de eso. Tampoco de crisis seculares. Hoy el alma, al contemplar la belleza de esta foto, me pide hablar de vida, de esperanza entre el lodo y del milagro que consigue el artista con su genio y con su sabia mirada de las realidades del mundo. Aquí es el genio del fotógrafo el que, unido a su corazón, anuda el de los seres eternizados con el del espectador, desconcertado por tanta belleza, e imprime en la cámara oscura del sentimiento formas puras por ser hermosas...