LA ÚLTIMA BOLA

A Roger Federer ¿Podrás recordar algún día, a pesar de ver la imagen insistentemente en tu retiro dorado, cómo se quedó aquella última bola, la última de tu carrera, en la red clavada? El tenis es como la vida: un peloteo permanente contra el adversario de los relojes suizos, de exacta precisión y despiadada. Hay bolas fáciles y otras imposibles, partidos cómodos y otros eternos, pero siempre el miedo al fracaso, la angustia de devolver el golpe, siempre por encima de la red, aunque luego al final uno pierda. Pero tú lo ganaste casi todo, gran tenista de las apuestas, hombre feliz, rico, hermoso. Cuando llegue tu retiro final, ¿acaso podrás recordar, algún día, aquella última bola, igual que los mortales al morir conservamos, en el recuerdo eterno, nuestro último afán mundano?