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Entradas

Mostrando entradas de enero, 2022

AMOR EN TUS OJOS LEO (CUENTO)

    A Marisa M. T.        -Cerrar podrá mis ojos la sombra en mi último día, pero no olvidará nunca mi memoria la bendita tarde en que tus ojos se me cruzaron por delante. Sí, este pobre profesor e investigador de las bibliotecas de Venecia, humilde ser ojeroso y húmedo, amante de los manuscritos, de las hojas de vitela que cuentan miles de historias de amores imposibles o contrariados de los que soy experto (los de Píramo y Tisbe, Abelardo y Eloísa, Calisto y Melibea, Romeo y Julieta...), aquel que nunca hubiera podido imaginar que el azar (o Dios o Cupido y sus flechas envenenadas) pudiera ponerle delante un ejemplar tan hermoso como tú... Este pobre medievalista y renacentista solitario y apergaminado de pronto descubrió tus ojos, tus labios, tu alto cuello, la curva de tus hombros, la de tus senos, la de tu talle... en aquella fiesta de máscaras de Carnaval que hace tanto tiempo ofreció a la ciudad el marqués de Mantua. Te vi... y fui feliz ya para siempre. Y lo más hermoso es que

EL TOREO DEL TIEMPO (CUENTO)

       Cuando sonó el teléfono aquella fría madrugada de enero, el escritor se sobresaltó y pensó inmediatamente en su abuela. La pobre anciana, nublada su mente desde hacía años, veía pasar las horas todos los días desde el ventanal de su habitación de la residencia Tiempo Dorado, esperando la muerte (que estaba ya muy próxima para ella) sin saberlo. En realidad, había dejado de saberlo todo una década antes.      Óscar se levantó precipitadamente y corrió con los pies desnudos en busca de su teléfono fijo, que -paradójicamente- es el más difícil de localizar cuando uno tiene prisa.      Por culpa del sopor del sueño y la agitación del horrible timbre del teléfono, no recordó que había dejado en la entrada el carro de la compra cargado con los volúmenes del Cossío, que una profesora amiga le había regalado en el último expurgo de la biblioteca de su instituto.      No pudo llegar al teléfono. El crujido de su rodilla fue terrible al chocar contra la enciclopedia del arte del t

AL HILO DE LA CONVERSACIÓN

  A Jorge Corrales, por sus hilos de palabras        Querido lector:   Estoy convencido cada vez más de que en esta época estamos sufriendo, sin que apenas nos demos cuenta, una gran pérdida: la de la conversación.      La prisa con la que vamos por la vida; la inmediatez de la evolución tecnológica; las urgencias y exigencias de unos trabajos cada vez más inabordables..., todo ha conducido al hecho de que hemos ido arrinconando los espacios de conversación analógicos a la mínima expresión.      ¿En qué se traduce esta pérdida? ¿Qué efectos mensurables produce? Son evidentes: el empobrecimiento del lenguaje, la falta de sosiego, la ansiedad, la angustia y, sobre todo, el aislamiento del individuo.      Por cierto, he rescatado para esta entrada un artículo de Fernando Iwasaki, publicado en el diario ABC de Sevilla   el 9 de agosto de 2015, en el que se refiere a la pérdida de la riqueza léxica en las últimas generaciones. Escribe Iwasaki lo siguiente:        ...Com

PESADILLAS NEGACIONISTAS PARA DESPUÉS DE NAVIDAD (NOTAS MARGINALES EN UN LIBRO DE HISTORIA DE 2122)

         Los movimientos antivacunas fueron solo el principio de la larga serie de acontecimientos que llevaron al fin.      El mundo se volvió loco y prefirió dejarse arrastrar por la voz de los iletrados, deseosos de fama, anhelantes de oír sus nombres repetidamente en los telediarios.      Después empezó a cobrar importancia inusitada una larga lista de movimientos, de antis (así los llamaban porque empezaban todos con ese prefijo): los antivacas , los anticunas , los anticompresas , los anticuadros , los antibigotes , los antiprocesiones , los antihombres , los antimujeres , los anticatólicos, los antiniebla...      Las calles se llenaron de carteles anti todo, y con tanta niebla era difícil ver con claridad.      No se sabe bien cómo, pero llegó un momento (que parece tuvo lugar a principios de 2022) en el que todos los antis, todos los integrantes de aquellos movimientos contrarios a tantas menudencias, decidieron coaligarse para formar un único y homogéneo partido glo

VIENEN DE MÁS ALLÁ DEL ORIENTE

      Vinieron (vienen) de más allá de las tierras desérticas, de más allá de las montañas del este, de tierras ignotas, de islas ocultas; vinieron (vienen de nuevo) hasta nuestros hogares, habiendo atravesado extensiones de dunas, puentes quebradizos, praderas sin límite barridas por la lluvia y el viento, ríos y arroyos caudalosos, lagos, mares y estrechas sendas.      Vinieron (vienen), en la oscura madrugada de cada seis de enero, con sus sabias palabras para adorar al niño Dios; para que valoremos cada año el gozo de estar vivos; para que no nos olvidemos nunca de disfrutar de la noche más mágica y misteriosa de todo el año.      Vinieron (vienen ahora, una vez más, un nuevo año) con su carga de regalos para que sepamos como nunca (como siempre) que somos queridos. Es inmensa la lista de los presentes que nos traen de su largo viaje: oro de Tharsis, incienso de Catay, mirra de Arabia, diamantes de Méroe, jaspe de Chipre, rubíes de las Sirtes y la alegría de cada instante.