A vosotros, queridos lectores, a quienes deseo una feliz Navidad Recuerdo a veces con todo tipo de detalles, y a pesar del tiempo transcurrido, su voz, su mirada, sus gestos..., y creo entonces que aún la quiero con la misma intensidad que en aquellos días dorados en que yo cursaba el tercer año de bachillerato en mi pueblo, hace ya una eternidad. A pesar del tiempo transcurrido, de vez en cuando, en los instantes anteriores al sueño o en los previos al despertar, me viene el recuerdo de sus deliciosas mejillas coloradas en los fríos días de invierno o el de su melosa y musical voz, que recitaba el Arte de amar de Ovidio al tiempo que iluminaba mi alma de escolar, aún desconocedora de las trampas de la vida, apenas esbozadas en los libros juveniles que devoraba con fruición. Incluso creo recordar, o más bien imaginar, su perfume, quizás una fresca agua...