
Imagen: Antonio Vico
Juárez de Juni tenía un amigo que se llevaba todo el día buscando las ofertas más destacadas de cada súper, hipermercado o centro comercial, lo que en definitiva le hacía gastar más dinero de la cuenta en desplazamientos buscando la oportunidad más jugosa.
El amigo de Juárez de Juni, Leandro López de Leza, ignoraba que el sistema de mercado globalizante y capitalista vende una idea perversa a incautos de clase media como él: la de que lo barato es siempre lo mejor.
Para los compradores de gama alta la idea general, igualmente falsa, es la de que lo más caro es siempre lo de mayor calidad y, sobre todo, lo más exclusivo y personal.
Juárez de Juni prefería prefería pagar un poco más por evitarse la peregrinación por esos templos de las rebajas.
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