Ir al contenido principal

El pisito está muy carito: después dicen que nadie trae hoy hijos al mundo. Pero ¡si el problema es dónde los metes! Véase si no este ejemplo, tomado de una revista de ofertas inmobiliarias: “Piso de 30 metros cuadrados, zona céntrica [siempre están en zona céntrica, aunque estén al lado del aeropuerto], un dormitorio, a/a (traduzco: aire acondicionado), f/c (frío/calor), garaje, trastero, etc. 100 millones, de euros, por supuesto”.

¿Quiere uno un dormitorio más? Nada, pues engrose usted con unos seis millones más el presupuesto. Después dirán que las parejas no quieren casarse o traer hijos al mundo. Y lo más triste es que la natalidad se reduce a una cuestión de ladrillos de más.

“Venga a Clavón Bank, entrámpese para toda la vida con nuestro Hipotecazo [encima cachondeo]”.

“Pobrecito, toda la vida trabajando y cuando ha pagado por fin su pisito y se ha jubilado, el canalla va y se muere”.

Claro que lo mejor es la oferta inmobiliaria en los países pobres: “nada, nada, ustedes quédense ahí abajo muriéndose de hambre entre cuatro paredes tristes. Y no se les ocurra aparecer por nuestro estado de bienestar, porque a lo peor dentro de un tiempo no tenemos ni pensiones para los trabajadores de aquí, con lo que ustedes tendrán que pagarlas con su esfuerzo y con los hipotecazos que les vamos a meter”.

Comentarios

Entradas populares de este blog

FOTOGRAFÍAS ANTIGUAS DE LA SEMANA SANTA DE SEVILLA

    DENEGACIÓN Y AUSENCIA DE LA HISTORIA   La Semana Santa no había existido nunca. Es cierto que se celebró otros años. Pero auténtica existencia no tiene hasta este Domingo de Ramos. Las otras Semanas Santas pertenecen a la Historia, es decir, al recuerdo. Y toda memoria se va, desaparece con su cauda de tiempos y acontecimientos, ante el hecho sencillo de salir los nazarenos a la calle. La Semana Santa surge en resurrección de milagro, que olvidan referencias y avatares. Por eso la Semana Santa es incapaz de filosofía e historia. En estos días no se razona. Se siente nada más. Se vive y no se recuerda. La Semana Santa no ha existido hasta ahora mismo. Queda lejana toda cuestión previa. Inútil buscarle raíces teológicas o tubérculos históricos. Nace la Semana Santa en sí, para sí y por sí. Es autóctona, autónoma y automática. Nace y crece como una planta. Dura siete días y en este tiempo germina, levanta el tallo, florece, fructifica y grana. Acaba finalme...

LIBRO (AÚN) NO DEVUELTO A UNA BIBLIOTECA MÁS DE 110 AÑOS DESPUÉS

      Ficha bibliográfica:     Título: De sobremesa .     Subtítulo: Crónicas .     Autor: Jacinto Benavente (1866-1954).     Editor: Librería de Fernando Fe (Puerta del Sol, 15).     Lugar: Madrid.     Descripción física: 299 páginas.     Fecha de publicación: 1910.     Información bibliotecológica:     En la última página numerada, la 299, aparece la referencia FIN DE LA 1.ª SERIE.     El ejemplar tiene un tejuelo pegado en el lomo en el que se lee impreso el número 72. También en el lomo del libro está grabado en oro el número 1 (que corresponde seguramente al número de la primera serie de crónicas de Benavente).    En el interior podemos ver varios sellos de tinta:       1) Uno de tinta azul oscura con forma de libro abierto por la mitad: en la página izquierda, el lema “Biblioteca Po...

¿POR QUÉ NO SE CALLAN LOS ALUMNOS DE HOY?

       Querido lector:     Cuando me preguntan algunos amigos por mi agotador trabajo de profesor, siempre terminamos hablando del mismo asunto: de la cháchara interminable de muchos alumnos que sucede una y otra vez mientras el profesor está explicando.     En mi época de estudiante esto no sucedía porque simplemente te buscabas un problema si osabas interrumpir al profesor con tu charla. Entonces funcionaba aún la fórmula del jarabe de palo, por lo que los alumnos -temerosos del regletazo - nos esforzábamos en portarnos bien, estudiar y hacer las tareas.     Era aquél un sistema en el que la autoridad del maestro o del profesor era incontestable y en el que la sociedad entera podía aplicar sobre ti la autoridad. Incluso cualquier señor desconocido podía tirarte de las patillas en plena calle si veía que estabas haciendo el gamberro.     Si tus pad...