El pisito está muy carito: después dicen que nadie trae hoy hijos al mundo. Pero ¡si el problema es dónde los metes! Véase si no este ejemplo, tomado de una revista de ofertas inmobiliarias: “Piso de
¿Quiere uno un dormitorio más? Nada, pues engrose usted con unos seis millones más el presupuesto. Después dirán que las parejas no quieren casarse o traer hijos al mundo. Y lo más triste es que la natalidad se reduce a una cuestión de ladrillos de más.
“Venga a Clavón Bank, entrámpese para toda la vida con nuestro Hipotecazo [encima cachondeo]”.
“Pobrecito, toda la vida trabajando y cuando ha pagado por fin su pisito y se ha jubilado, el canalla va y se muere”.
Claro que lo mejor es la oferta inmobiliaria en los países pobres: “nada, nada, ustedes quédense ahí abajo muriéndose de hambre entre cuatro paredes tristes. Y no se les ocurra aparecer por nuestro estado de bienestar, porque a lo peor dentro de un tiempo no tenemos ni pensiones para los trabajadores de aquí, con lo que ustedes tendrán que pagarlas con su esfuerzo y con los hipotecazos que les vamos a meter”.
Comentarios