¿Qué decir en el silencio en blanco de la página, tortura del escritor? ¿Por qué estropearlo con torpes borrones de tinta?
La vida es un cuaderno que hay que ir escribiendo, rellenando, ocupando cada jornada. Pero debe haber también días de silencio, de páginas en blanco, en los que es mejor apenas decir nada.
La palabra estropea muchas veces momentos mágicos. En ocasiones es mejor callar o no escribir.
Nos aburre el silencio, el blanco de algunas páginas de nuestro caminar, pero ¿por qué hemos de rellenar esos huecos siempre con palabras?
Entre los amantes, a veces un silencio cómplice es mejor que el más fuerte de los abrazos. En esos instantes, se unen el silencio de Dios y el de los hombres.
Hay quien huye del silencio como de la peste, quizás porque teme en el fondo bajar los escalones de la sima de su alma, porque le da pánico no saber qué puede descubrir en aquel hondón.
Allí abajo, en la oscuridad, está nuestro yo más íntimo, en unión con la naturaleza de las cosas.
La escafandra necesaria para bajar allí es la ausencia de ruido.
Todo lo demás son palabras de buzos de secano.
Comentarios
A veces, escribir demasiado es un derroche inútil de energía, al menos en mi caso. Estoy en esa fase donde leer sólo me llena, y a veces, tumbarme en el suelo sobre una manta y relajarme, olvidándome un poco de la existencia de todo, donde todo es "la nada". ¿De qué existencia hablo?, no sé, ni me importa.
Hay veces que tengo miedo a un folio en blanco, quizás sepas que suele pasar.
Un beso.