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QUALCUNO LÌ?

Imagen de Iban Gorriti


“¿Hay alguien ahí? Qualcuno lì? Someone there? Quelqu'un là...?”.

El mensaje se repite insistente, pero nadie responde. Hace años que las comunicaciones se vinieron abajo. Un persistente ruido de freidora es la única respuesta.

Sin embargo, él cada tarde, en un rito casi sagrado, insiste en llamar a alguien que pueda responder al otro lado de la línea, conocedor de que apenas queda ya vida sobre la gran canica que viaja, ajena a todo afán humano, por los espacios sidéreos.

Lo hace desde el rincón más abierto de la cueva. Fuera, las tormentas de arena y el calor abrasador se repiten un día tras otro, sin tregua alguna.

Hace muchos años del Gran Suceso, pero nadie sabe bien qué es lo que pasó, dónde se empezó a joder todo.

Él era un niño apenas y sobrevivió como pudo, entre fieras. Algunos hombres con quienes se cruzó le hablaron de una gran peste que atravesó el planeta, de guerras, de hambrunas…

Otros le dijeron que todo empezó a destruirse cuando los libros (una especie de palabras encadenadas que él nunca llegó a conocer) fueron borrados de la memoria de la especie.

Un anciano muy mayor, a quien encontró en una cuneta de la carretera y con quien se paró a hablar, le dijo que había un viejo aparato de radioaficionado en un garaje anexo a un campo de fútbol en ruinas.

Tuvo que golpear a un caníbal, que se le echó encima, para forzar la cerradura y apoderarse de la máquina.

Desde entonces, cada tarde, en un rito sagrado, repite insistente, ante el micrófono, las mismas palabras.

Qualcuno lì?





Un día soñó con otro hombre. Llevaba una chilaba y un turbante. Se alejaba y él intentaba atraparlo, preguntarle quién era, si sabía algo más del Gran Suceso.

Al fondo, se movía, agitado por el viento, un liño de palmeras altísimas.

Por fin, pudo alcanzar a aquel hombre, que se volvió y le preguntó, con el rostro desfigurado por el miedo: “¿Quién eres?”.

Despertó temblando de frío.   

En la puerta de la cueva había una manada de lobos.

En su mano, temblorosa, notaba el peso de un bastón, hecho de una rama de ciprés.

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