Ir al contenido principal

Necesidad de conclusiones



   Echo en falta, ya que no en los prólogos (debido a la escasez de dicho recurso) sí en las últimas páginas de muchas novelas contemporáneas si no moralejas finales al estilo de las que rematan las fábulas de Esopo, al menos conclusiones que muestren a las claras qué diantres han querido plasmar sus autores con toda su palabrería narrativa.
   Sí, señores escribidores: no viene mal de vez en cuando dejar de lado el fingimiento y enseñar las cartas que siempre se reservan y no muestran ni siquiera en el final del juego novelístico. Echa uno en falta, por ejemplo, frases del tipo "quería con esta novela reflejar el final de la era de las utopías" o "deseaba denunciar la crisis del sistema educativo actual".
   Sé que son frases solemnes con olor a rancio academicismo, pero estoy seguro de que en más de un caso guiarían al lector en la relectura mental de las páginas ya exploradas.

CONCLUSIÓN DE ESTA ENTRADA DE BLOG:


   Pienso que lo que he querido escribir arriba en realidad es que todo lector necesita una guía de lectura de cada obra. Dicha guía, que debe estar incluida en la misma obra, en muchas novelas de hoy es inexistente o carece de una estructura coherente.

CONCLUSIÓN DE LA CONCLUSIÓN:

   Mientras escribía la conclusión estaba pensando que no sirve de nada añadir conclusiones, porque los escritores no sabemos nunca para qué narices escribimos nuestras obras (para saberlo es para lo que las escribimos precisamente). Por eso, toda conclusión es falsa, tan falsa como la historia que cierra.

= = == = == = == = == = == = == = == = == = == = == = =

   Como colofón de todo lo dicho, pienso que una obra que necesite una conclusión es más mala que pegarle a un padre y que ya me estoy hartando de tanto escribir (me está saliendo hoy una entrada larguísima), así que concluyo. Con Dios.

_____________

P. S.: Si algún osado lector se atreve, lo animo a rematar estas palabras mías. Para eso precisamente todo escritor necesita al lector, que es quien concluye auténticamente su obra. ¿Se atreve Vd.?

Comentarios

Fernando Moral ha dicho que…
A ver si dejo de reírme y se me ocurre algo :)

Un abrazo.
Joaquín ha dicho que…
Explicar una novela es como explicar un chiste!

Lo curioso es que grandes novelas llevan la explicación incorporada (El Quijote, Rayuela), aunque no hay que hacerle mucho caso.
L.N.J. ha dicho que…
Jaja, pero si ya están rematadas...

¡qué lío!.

Me gustaría saber si de verdad es una necesidad.

Besos.
Las conclusiones de la novela, sobre todo si van en letra menguante, lo único que consiguen es poner a prueba no la pericia, sino la presbicia del lector.

Muy divertida la entrada.
Un abrazo
Jesús Cotta Lobato ha dicho que…
A mí esta conclusión tuya me ha encantado.

Entradas populares de este blog

FOTOGRAFÍAS ANTIGUAS DE LA SEMANA SANTA DE SEVILLA

    DENEGACIÓN Y AUSENCIA DE LA HISTORIA   La Semana Santa no había existido nunca. Es cierto que se celebró otros años. Pero auténtica existencia no tiene hasta este Domingo de Ramos. Las otras Semanas Santas pertenecen a la Historia, es decir, al recuerdo. Y toda memoria se va, desaparece con su cauda de tiempos y acontecimientos, ante el hecho sencillo de salir los nazarenos a la calle. La Semana Santa surge en resurrección de milagro, que olvidan referencias y avatares. Por eso la Semana Santa es incapaz de filosofía e historia. En estos días no se razona. Se siente nada más. Se vive y no se recuerda. La Semana Santa no ha existido hasta ahora mismo. Queda lejana toda cuestión previa. Inútil buscarle raíces teológicas o tubérculos históricos. Nace la Semana Santa en sí, para sí y por sí. Es autóctona, autónoma y automática. Nace y crece como una planta. Dura siete días y en este tiempo germina, levanta el tallo, florece, fructifica y grana. Acaba finalme...

¿POR QUÉ NO SE CALLAN LOS ALUMNOS DE HOY?

       Querido lector:     Cuando me preguntan algunos amigos por mi agotador trabajo de profesor, siempre terminamos hablando del mismo asunto: de la cháchara interminable de muchos alumnos que sucede una y otra vez mientras el profesor está explicando.     En mi época de estudiante esto no sucedía porque simplemente te buscabas un problema si osabas interrumpir al profesor con tu charla. Entonces funcionaba aún la fórmula del jarabe de palo, por lo que los alumnos -temerosos del regletazo - nos esforzábamos en portarnos bien, estudiar y hacer las tareas.     Era aquél un sistema en el que la autoridad del maestro o del profesor era incontestable y en el que la sociedad entera podía aplicar sobre ti la autoridad. Incluso cualquier señor desconocido podía tirarte de las patillas en plena calle si veía que estabas haciendo el gamberro.     Si tus pad...

GREGUERÍAS Y GOLLERÍAS DE RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA

  gollería De or. inc. 1.  f.  Manjar exquisito y delicado. 2.  f. coloq.  Delicadeza, superfluidad.   ( Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española, versión 23.4)             En la entrada de la semana pasada hablamos del banquete-homenaje a don Nadie en el café de Pombo de Madrid en mayo de 1922, organizado por la tertulia radicada en dicho café. Hoy necesariamente hemos de escribir sobre el genial fundador y mantenedor de dicha reunión semanal de “modernistas”, como se nombraba entonces a los artistas de vanguardia. Ramón Gómez de la Serna (Madrid, 1888-Buenos Aires, 1963) o simplemente Ramón, es uno de los escritores más sorprendentes del siglo XX por su original obra literaria, que participa de muchos géneros –novela, teatro, ensayo, biografía...- y por las andanzas de una vida viajera, bohemia y surrealista que ha logrado eclipsar en ocasiones la fama de sus escr...