Ir al contenido principal

EL LANZADOR DE INVECTIVAS


 

 
 
   Las pepitas de melona en verano o de calabaza en invierno no consentía Salustiano que nadie de su familia las dejase abandonadas en el fregadero, ya que él era el encargado de dicho negociado y, además, una persona escrupulosamente cumplidora y exigente.
   Ya jubilado, se dedicaba a su entretenimiento preferido: lanzar a la calle invectivas en verso.
   ¿Que había un botellón cantarín a altas horas de la noche debajo de su ventana? Allá que iba lanzada una invectiva de papel:

 

Por descanso vecinal

no beban ni chillen tanto,

que sin tanto molestar

se pasan mejores ratos.

 

   ¿Que pasaba el camión de la basura con un ruido atronador? Pues otra invectiva que te crio:
 

¿Por qué no inventan, señores,

un camión que no despierte,

que deje dormir al mundo,

que no asuste al tío Vicente?
 

   Eran quejas simpáticas, obsequiosas, nunca desairadas, gestos de paz de un hombre bueno.

* * * * * *
 

   Un día, próxima ya la ida, enfermo Salustiano en la cama, entró por la ventana, abierta al sol del ocaso y al aire infinito de la tarde que agonizaba como él, una bola de papel. La abrió con sus añosas manos, huesudas y temblorosas.
   Emocionado, leyó la carta de su Padre:

 

Desde arriba ya te llamo

para que vengas prontito.

Ordena ya tus papeles

y vente pronto conmigo,

para que sigas lanzando

mensajes de amor, querido,

desde mi balcón del cielo.

Un saludo, caro amigo.

 

   Cerró los ojos y, confiado en la paz eterna, en ella descansó al fin. O eso cuentan.

Comentarios

Entradas populares de este blog

FOTOGRAFÍAS ANTIGUAS DE LA SEMANA SANTA DE SEVILLA

    DENEGACIÓN Y AUSENCIA DE LA HISTORIA   La Semana Santa no había existido nunca. Es cierto que se celebró otros años. Pero auténtica existencia no tiene hasta este Domingo de Ramos. Las otras Semanas Santas pertenecen a la Historia, es decir, al recuerdo. Y toda memoria se va, desaparece con su cauda de tiempos y acontecimientos, ante el hecho sencillo de salir los nazarenos a la calle. La Semana Santa surge en resurrección de milagro, que olvidan referencias y avatares. Por eso la Semana Santa es incapaz de filosofía e historia. En estos días no se razona. Se siente nada más. Se vive y no se recuerda. La Semana Santa no ha existido hasta ahora mismo. Queda lejana toda cuestión previa. Inútil buscarle raíces teológicas o tubérculos históricos. Nace la Semana Santa en sí, para sí y por sí. Es autóctona, autónoma y automática. Nace y crece como una planta. Dura siete días y en este tiempo germina, levanta el tallo, florece, fructifica y grana. Acaba finalme...

¿POR QUÉ NO SE CALLAN LOS ALUMNOS DE HOY?

       Querido lector:     Cuando me preguntan algunos amigos por mi agotador trabajo de profesor, siempre terminamos hablando del mismo asunto: de la cháchara interminable de muchos alumnos que sucede una y otra vez mientras el profesor está explicando.     En mi época de estudiante esto no sucedía porque simplemente te buscabas un problema si osabas interrumpir al profesor con tu charla. Entonces funcionaba aún la fórmula del jarabe de palo, por lo que los alumnos -temerosos del regletazo - nos esforzábamos en portarnos bien, estudiar y hacer las tareas.     Era aquél un sistema en el que la autoridad del maestro o del profesor era incontestable y en el que la sociedad entera podía aplicar sobre ti la autoridad. Incluso cualquier señor desconocido podía tirarte de las patillas en plena calle si veía que estabas haciendo el gamberro.     Si tus pad...

GREGUERÍAS Y GOLLERÍAS DE RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA

  gollería De or. inc. 1.  f.  Manjar exquisito y delicado. 2.  f. coloq.  Delicadeza, superfluidad.   ( Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española, versión 23.4)             En la entrada de la semana pasada hablamos del banquete-homenaje a don Nadie en el café de Pombo de Madrid en mayo de 1922, organizado por la tertulia radicada en dicho café. Hoy necesariamente hemos de escribir sobre el genial fundador y mantenedor de dicha reunión semanal de “modernistas”, como se nombraba entonces a los artistas de vanguardia. Ramón Gómez de la Serna (Madrid, 1888-Buenos Aires, 1963) o simplemente Ramón, es uno de los escritores más sorprendentes del siglo XX por su original obra literaria, que participa de muchos géneros –novela, teatro, ensayo, biografía...- y por las andanzas de una vida viajera, bohemia y surrealista que ha logrado eclipsar en ocasiones la fama de sus escr...