A Nabil Fekir, con mi admiración por su gol de anoche y por su defensa del fútbol de antes Hace unos días, después de una agotadora jornada en el instituto y de varias sesiones de evaluación telemáticas vespertinas, me arrellané derrengado en el sofá de casa para ver los últimos minutos del partido de la Liga de Campeones que enfrentó al Chelsea contra el Atlético de Madrid. La verdad es que, a pesar del cansancio mental que tenía en ese momento, apenas pude concentrarme en los últimos lances del juego. En un momento determinado, uno de los comentaristas del partido hizo alusión al indicador estadístico xG ( Expected Goals ) , que asigna una probabilidad de que una ocasión sea gol en función de distintas variables como la distancia a la portería, el ángulo con respecto a esta, la parte del cuerpo del golpeo, los jugadores rivales...