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DE PÁJAROS Y NIÑOS


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    “Jilgueros, jamaces, cabecitas negras, chamarices, tontitos, verdones, cucujales, mirlos, petriazules, colitas blancas, zorzales, diamantes, lúganos, londros, canarios, pitititas, petirrojos, pichirichis, gorriones, pechitos rubios...”.
    Un alumno mío, inaplicado y charlatán como pocos durante meses, me sorprendió el otro día cuando, harto yo de su falta de trabajo, le pedí que me hiciese una lista de nombres de pájaros, ya que él me había demostrado en repetidas ocasiones su amor por ellos.
    No me importó, cuando vi su lista, que no supiese que todas aquellas palabras eran sustantivos y tampoco que aquellos nombres estuviesen plagados de faltas de ortografía.
    Es muy probable que el muchacho nunca llegue a ser un buen estudiante, pero al menos sé que es amante de los animales, lo cual es señal de que pueda llegar a ser un enamorado de las personas.
    Y eso, por encima de reglas gramaticales, horarios escolares y normas de disciplina, es lo que realmente importa.

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