Ir al contenido principal

¿DÓNDE ESTABAS, QUERIDA?






A mi esposa,
Eva María Reyes, a quien tanto quiero


   ¿Dónde estabas, querida? Había perdido tu rastro hace tiempo, cuando en pantallas de toda especie quise  encontrar destellos agridulces de tu belleza.
   Te repudié por otras amantes: por leves pompas de vanidad digital que en el aire de la tarde se deshacían; por breves notas informativas que apenas llegaban a la altura de tus pies; por noticias banales de seres absurdos que apenas alimentaban el seco  hondón del pozo de mi alma.
   Te abandoné, igual que se abandona un tesoro, en la puerta de mi casa. Y te dije adiós, para que no volvieras nunca.
   ¿Dónde has estado desde entonces, querida? Te busco ahora por las esquinas, atento a cada verso que traen las ondas de radio; a cada trozo de papel de periódico que me habla de ti; a cada imagen, entre otras muchas que me causan pavor, que me recuerde tu precioso rostro.
   Vuelvo a ti como un niño travieso a las faldas de su madre, como un hijo pródigo al seno del padre misericordioso.
   Vuelvo a ti de nuevo, rendido a tus plantas, como un vasallo, como un infiel marido cansado de buscar, puertas afuera, lo que siempre tuve dentro.
   Vuelvo a ti de nuevo, al caudal del verso, al misterio de lo inefable, a la emoción, a la sugerencia, a la intensidad, a la belleza, a las lágrimas, al hondón de nuevo lleno de agua de mi alma.
   Yo, el mundo, vuelvo a ti de nuevo, sagrada, sublime, preciosa, eterna Cultura.




Comentarios

Entradas populares de este blog

FOTOGRAFÍAS ANTIGUAS DE LA SEMANA SANTA DE SEVILLA

    DENEGACIÓN Y AUSENCIA DE LA HISTORIA   La Semana Santa no había existido nunca. Es cierto que se celebró otros años. Pero auténtica existencia no tiene hasta este Domingo de Ramos. Las otras Semanas Santas pertenecen a la Historia, es decir, al recuerdo. Y toda memoria se va, desaparece con su cauda de tiempos y acontecimientos, ante el hecho sencillo de salir los nazarenos a la calle. La Semana Santa surge en resurrección de milagro, que olvidan referencias y avatares. Por eso la Semana Santa es incapaz de filosofía e historia. En estos días no se razona. Se siente nada más. Se vive y no se recuerda. La Semana Santa no ha existido hasta ahora mismo. Queda lejana toda cuestión previa. Inútil buscarle raíces teológicas o tubérculos históricos. Nace la Semana Santa en sí, para sí y por sí. Es autóctona, autónoma y automática. Nace y crece como una planta. Dura siete días y en este tiempo germina, levanta el tallo, florece, fructifica y grana. Acaba finalme...

¿POR QUÉ NO SE CALLAN LOS ALUMNOS DE HOY?

       Querido lector:     Cuando me preguntan algunos amigos por mi agotador trabajo de profesor, siempre terminamos hablando del mismo asunto: de la cháchara interminable de muchos alumnos que sucede una y otra vez mientras el profesor está explicando.     En mi época de estudiante esto no sucedía porque simplemente te buscabas un problema si osabas interrumpir al profesor con tu charla. Entonces funcionaba aún la fórmula del jarabe de palo, por lo que los alumnos -temerosos del regletazo - nos esforzábamos en portarnos bien, estudiar y hacer las tareas.     Era aquél un sistema en el que la autoridad del maestro o del profesor era incontestable y en el que la sociedad entera podía aplicar sobre ti la autoridad. Incluso cualquier señor desconocido podía tirarte de las patillas en plena calle si veía que estabas haciendo el gamberro.     Si tus pad...

SIETE CARTAS LITERARIAS A MI HIJA

--> A la memoria de mi tía Angélica Carta primera     Querida hija:     Hace unos días inútilmente intentaste, como otras veces, que yo dejase mis papeles y me pusiera a jugar contigo al ajedrez.     Ante mi negativa, me soltaste las siguientes preguntas: “Papá, ¿por qué no me haces caso? ¿Por qué estás siempre escribiendo por las tardes?”.     Aquellas palabras me hicieron reflexionar. No supe entonces qué contestarte (ya sabes que soy de reacciones lentas), pero llevo días dándole vueltas a la respuesta.    Como no me gusta responder de cualquier manera a cuestiones importantes como ésta, he decidido contestarte por escrito, por carta, como se hacía antiguamente. En estas cartas o epístolas intentaré dar respuesta a tus preguntas y a otras muchas que yo también me hago constantemente y que están relacionadas con las tuyas.     Antes que ...